El 9 de junio se confirmó el rescate de los cuatro menores de edad que estaban extraviados en la selva del Guaviare desde el pasado 1 de mayo, tras un accidente aéreo. Los niños, entre los 13 y 1 año sortearon los obstáculos de un entorno natural virgen, con la presencia de depredadores, insectos y condiciones climáticas adversas.
Más de 100 hombres, de las Fuerzas Militares en combinación con miembros de las comunidades indígenas, conformaron las células de búsqueda que cubrieron más de 2.500 kilómetros de selva. En una entrevista reciente, el general Pedro Sánchez, comandante de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares, dio detalles del entorno en que se encontraban los pequeños.
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“Un área donde llueven 16 horas al día, al ser totalmente virgen es totalmente densa, árboles de 40, 50 metros, que hace difícil por un lado ver”, detalló. Asimismo, se mantuvo firme en que los cuatro niños estaban con vida debido a la dificultad de su búsqueda.
“Si estuvieran muertos sería también más fácil encontrarlos porque estarían estáticos y tal vez el olor y los animales nos orientarían donde se encuentren”, detalló el general.
Luego de 40 días de intensa búsqueda los niños fueron rescatados y trasladados primero a San José del Guaviare y posteriormente a Bogotá, donde reciben atención médica en el Hospital Militar. Sin embargo, una de las preguntas que despierta esta historia es la de cómo los niños sobrevivieron a un ambiente hostil.
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Así sobrevivieron en la selva
El líder de la guardia indígena, Lucho Acosta, indicó en W Radio que desde muy jóvenes los miembros de estas comunidades tienen acercamiento a la naturaleza. “La formación de estos niños desde sus familias indígenas sobre cómo alimentarse en la selva ayudó a que sobrevivieran, así como el apoyo espiritual de sus abuelos”, explicó.
Asimismo, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en coordinación con las Fuerzas Militares dispusieron de centenares de kits de supervivencia que fueron arrojados en la zona. Estos contenían bebidas y alimentos como la fariña, una masa que se extrae de la yuca amarga.
“Estos kits de supervivencia suministrados por el ICBF contienen lo siguientes elementos: fariña (comida nativa de la región), sueros orales, agua, bocadillos, galletas y un encendedor”, explicó el mayor Jesús Rivera Ortiz, comandante de la Operación Esperanza, según Semana.
Vale la pena recordar que entre las pistas iniciales que hallaron los militares durante la búsqueda de los menores había rastro de frutas masticadas y pepas. Entre los mecanismos de búsqueda de la ‘Operación Esperanza’ estaban la transmisión de un mensaje de su abuela, lanzamiento de kits de supervivencia y rescate, silbatos, reflectores, entre otros.
