En el marco del proyecto Jujuégalo se desarrolló ‘La Fiesta de JUJÚ’, un festival que convocó a familias de la ciudad de Cali en las instalaciones de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio Aguablanca y el espacio seguro Las Violetas. El festival fue un espacio para jugar y reflexionar en torno a cómo padres, cuidadores e instituciones locales y nacionales pueden aportar a la garantía del derecho al juego que deben gozar todos los niños, niñas y adolescentes.
En La fiesta de JUJÚ, organizaciones socias del proyecto Jujuégalo, la JAC y Las Violetas, celebraron que las familias de la ciudad de Cali ahora cuentan con un espacio de juego digno, seguro y pensado para toda la familia.
Este espacio está especialmente diseñado para los más pequeños, quienes pudieron acceder a un circuito de juego de dos horas compuesto por varias estaciones, así como explorar libremente y crear contenidos audiovisuales en la cabina móvil de Jujuégalo.
El evento fue un encuentro comunitario, ameno y divertido, pero también reflexivo en torno a acciones de incidencia para favorecer la promoción del derecho al juego. Se contó con la participación de representantes de instituciones locales como la Alcaldía de Cali, la Secretaría de Deporte y Recreación (Programa Cali Juega), y las subsecretarías de Primera Infancia, Calidad a la Educación Inicial y Cultura (Red Pública de Bibliotecas).
Además, los funcionarios dialogaron en mesas de trabajo para generar propuestas y compromisos que apunten a la recuperación y mantenimiento de espacios públicos para el juego, como el parque de las instalaciones de la JAC del barrio Aguablanca.
La fiesta de JUJÚ se realizó en el marco del proyecto Jujuégalo, una iniciativa del International Rescue Committee (IRC) y sus socios La Otra Juventud, aeioTU y Clack Educación, así como aliados comunitarios en Cali, Bogotá y Medellín. Uno de los objetivos de este consorcio es llevar a la agenda pública temas fundamentales para el desarrollo integral de las infancias, tales como el mantenimiento, la renovación y creación de espacios públicos para jugar, así como la reivindicación del derecho al juego.
Asimismo, el proyecto destaca que el ejercicio de este derecho por parte de niños, niñas y adolescentes depende en gran medida de los recursos asignados y las acciones adelantadas por instituciones comunitarias, locales y nacionales; organizaciones humanitarias; la cooperación internacional y el sector privado.
Una de las conclusiones más importantes de esta Fiesta del juego fue la necesidad de ofrecer cada vez mejores alternativas para que las infancias y las familias en general puedan acceder al juego en la ciudad de Cali, especialmente en aquellas poblaciones que enfrentan barreras socioeconómicas y culturales para acceder al sistema educativo oficial.
En este sentido, el acceso a espacios de juego y aprendizaje no formal resulta clave para mitigar el impacto negativo que genera la interrupción o inicio tardío de las trayectorias educativas de niños, niñas y adolescentes de estas comunidades.
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