Érika Zapata estuvo en entrevista en el programa ‘Cómo Amaneció Bogotá’de Tropicana donde ahondó sobre su camino frente a las cámaras y cómo ha sido blanco de señalamientos por su estilo.
Durante la entrevista, la mesa de trabajo le preguntó por su trayectoria y cómo logró abrirse paso como periodista regional en uno de los medios más importantes del país. A lo que respondió que la vida le ha cambiado completamente y se le han ‘abierto las puertas’ gracias a su estilo.
“No muchachos es que la vida me cambió una vez entré a Caracol. Venía con una serie de dificultades, de carencias, hay mucha gente que no lo cree por eso me llama muchísimo la atención que digan que mi personaje es armado, que el discurso es armado, no es así”, puntualizó.
“Mi sueño siempre fue ser periodista, sabía que era complejo para lograrlo por los pocos recursos económicos, me logré ganar como dos becas, ingresé a la universidad Luis Amigó”, recordó.
Sin embargo, se dio cuenta de que no entraba dentro de los estándares de cómo debe lucir un periodista.
“Quizás esa fue de las etapas más duras porque entrar a una carrera donde tienen pensado como que el periodista tiene que ser muy peinado, muy bonito, con unas características muy diferentes”, explicó.
“Imagínense que el primer día de universidad mi papa me acompañó, la gente empezó a burlarse una cosa impresionante”, sostuvo y agregó que la criticaron por su tono de voz al decirle que hablaba como un “cucarrón”.
Con esfuerzo, la comunicadora detalló que se compró dos mudas de ropa para asistir a clases pues durante sus labores con su familia solo tenía una. “Cuando uno está en el campo tiene una ropa para camellar”, sostuvo.
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