La delincuencia en el país no da tregua, como lo han denunciado un gran número de ciudadanos en redes sociales y ante los medios de comunicación al compartir sus testimonios. Un intento de hurto se presentó en el municipio de Floridablanca, Santander, el pasado 9 de junio, en el que una monja resultó herida en medio del forcejeo con delincuentes.
Una cámara de seguridadde un establecimiento comercial registró el momento en que la religiosa se disponía a seguir su camino cuando fue abordada por dos sujetos en una moto. En medio del forcejeo por sus pertenencias, la mujer recibió un disparo en su pierna, y los delincuentes intentaron darse a la fuga.
Testigos del hecho impidieron que los ladrones huyeran del lugar y dieron alerta a las autoridades, quienes los aprehendieron para ser llevados ante la justicia. Según el reporte oficial, la mujer tiene una herida en la pantorrilla e inmediatamente fue trasladada a un centro asistencial para recibir atención médica.
Afortunadamente la ciudadana se encuentra fuera de peligro. El hecho despertó la furia de la comunidad, quienes atacaron a los delincuentes e incendiaron su motoen plena vía pública.
“La Policía Metropolitana de Bucaramanga rechaza cualquier hecho de violencia, sobre todo a nuestras mujeres. Con la Fiscalía General de la Nación hemos entablado mesas donde hemos priorizado el delito de hurto violento como máxima labor”, sostuvo el teniente coronel Óscar Manrique de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.
Recientemente salió a la luz la historia del robo a trabajadores de una panadería en el barrio Tunjuelito, en el sur de Bogotá. El hecho ha causado conmoción en la ciudadanía pues fue una menor de 8 años quien tomó los objetos de valor, luego de haberse ganado la confianza de los empleados.
Yamile Rodríguez, víctima del robo, denunció que la menor frecuentaba el establecimiento con su supuesto abuelo y solía mostrarse servicial al ofrecerse a ayudar con las mesas.
“Vinieron durante cuatro días, nos abrazaban, compraban cosas, la niña era muy cariñosa, muy avispada, de un momento a otro él vino nos ayudaba a recoger las mesas. Nosotros nos descuidamos un momento porque nos pusimos a atender y cuando nos dimos cuenta en la cámara que se me llevó el celular”, indicó a City Tv.
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