Ezequiel López es un sexólogo argentino que ha ganado mucha popularidad en varios países de Latinoamérica, Colombia es uno de ellos. El éxito del especialista no solo se ha basado en su experiencia, conferencias o libros, sino también su cercanía con usuarios en redes y, además, porque resuelve las dudas que les hacen sus seguidores.
A través de mensajes internos, los seguidores del sexólogo aprovechan para preguntarle cosas que les pasan en su intimidad, con el fin de saber si esto es normal o cómo resolverlo, en caso de que se necesite.
Recientemente pasó que Ezequiel quedó sorprendido con la confesión que le hizo una mujer, de quien obviamente, al igual que los demás, no reveló su identidad.
En el mensaje, la mujer le había preguntado si era normal la cantidad de orgasmos que había alcanzado tocándose.
“Quería preguntarte: tuve 60 orgasmos masturbándome en una hora y media, ¿eso es normal? En realidad, quería saber hasta dónde llegaba. Gracias”, escribió.
En video, López le respondió y hasta aprovechó para dar un consejo a quienes no ven: “Estadísticamente hablando no, de hecho, son muy pocas las mujeres que son capaces de lograr semejante cantidad de orgasmos en tan poco tiempo. Aunque es posible tener varios si mantenés el estímulo erótico efectivo en niveles elevados de excitación. Lo que no entiendo es… ¿cómo hiciste para no perder la cuenta? En todo caso, más allá de la cantidad y de que te estabas poniendo a prueba, lo importante es que lo hayas disfrutado. Y tu pregunta me permite hacer algunas reflexiones que les quiero dejar: El placer va más allá de los orgasmos. ¿Por qué insistimos tanto en el resultado, en vez de trabajar más en el proceso? No disfruta más quien tiene más orgasmos, pienso que se trata de un tema de calidad y no de cantidad. No tenés que acomplejarte cuando lees estos testimonios de maratones s3xual3s. Cada persona goza a su manera. Vamos por una s3xualidad cada vez más REAL”.
La publicación desató más reacciones, algunos que aprovechar para confesar situciaciones similares y otros que no le creyeron a la mujer.
