La historia de Anna Philips parece sacada de un libro de cuentos. La mujer recibió una carta en la que decía que ella era beneficiaria de una gran fortuna. Ella no le prestó atención, pues esta es una modalidad de estafa muy común en el Reino Unido, por lo que pensó que podría ser víctima de este modus operandis.
Sin embargo, no era una estafa, sino que era verdad. Según decía la carta, ella había recibido la herencia de un hombre millonario a quien jamás conoció ni sabía que existía.
George Anderson murió en el 2019 en un hogar geriátrico de Kirkby. Dejó una herencia de más de 180.000 libras esterlinas, que son alrededor de 900 millones de pesos colombianos.
Medios internacionales señalan que el hombre falleció a los 81 años. Cuando las autoridades fueron a revisar su testamento se dieron cuenta que no había. Además, no tenía familiares cercanos con vida para que recibieran el patrimonio.
Debido a esto, una compañía británica dedicada a la genealogía de las sucesiones investigó los posibles parientes de Anderson para que recibieran la herencia.
Luego, llegaron a la conclusión de que Anna era una de las beneficiarias. La investigación arrojó que su abuelo fue uno de los nueve hermanos que tuvo la mamá de Anderson. Aunque el vínculo es bastante lejano, la compañía señaló que Anna era la heredera legítima.
Anna Philips es una maestra de artes de 65 años. Con la herencia que recibió pudo pagar varias deudas que tenía, como la hipoteca. Esta millonaria suma le salvó la vida y la ayudó a resolver otros asuntos económicos.
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