En los últimos días, residentesdel barrio Timiza en la localidad de Kennedy han denunciado el robo en repetidas ocasiones a los feligreses que asisten al oratorio de la parroquia Santo Tomás Moro en el sur de la ciudad. La cámaras de seguridad del oratorio han registrado varios casos en los que un delincuente amenaza a mujeres y adultos mayores mientras están rezando.
Miembros de la comunidad hicieron un llamado a las autoridades, pues han manifestado la demora en tomar acciones para mantener la seguridad en el sector. Un nuevo caso de robo en un oratorio se presentó en el barrio El Tejar en la localidad de Puente Aranda, a manos de un sujeto que ingresó pidiendo un mercado.
El hombre ingresó al oratorio de la iglesia de San Pablo, luego de que el músico le indicara que no estaba autorizado para darle un mercado. Por ello, aprovechó que el recinto sagrado estaba solo para arrancar las dos lámparas avaluadas en $400 mil pesoscada una.
Laura León, secretaria de la parroquia, le explicó a City Tv que el sujeto causó un corto circuito que dejó sin electricidad al recinto. “Al momento de forcejear hizo un corto dejándonos sin luz en la parroquia”, sostuvo y agregó que el sacristán se dio cuenta de lo sucedido al escuchar un fuerte sonido que confundieron con la cerca eléctrica.
“Lo encerramos aquí en el oratorio por media hora. Fueron 30 minutos de angustia de tener al ladrón aquí porque la policía no llegaba (…). Varios sacerdotes vecinos logran decirle al padre que presuntamente es el mismo señor que se la pasa pidiendo mercado”, agregó León.
Ante la respuesta negativa, el hombre tendría como práctica llevarse objetos de valor de las iglesias para revenderlos. Por tal, los feligreses se han ofrecido a hacer rondas en la entrada del oratorio para prevenir nuevos casos.
La secretaria de la parroquia indico que hace unas semanas una mujer ingresó al templo, consumió las hostias, rompió vidrios, “daños que superan los $3 millones de pesos”.
Caso similar
En redes sociales se hizo tendencia el video del momento en que un ladrón entró al oratorio en la localidad de Kennedy y amenazó a dos mujeres que se encontraban rezando. Una de ellas le indicó que no tenía pertenencias, mientras que la segunda víctima le extendió su dinero y sus pertenencias.
En la grabación se aprecia el momento en que el delincuente manosea a la víctima, revisa sus bolsillos y hasta chequea sus orejas para tomar sus aretes.
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