‘Pistolita’, amigo fiel y guitarrista del fallecido ‘rey del despecho’, Darío Gómez, pasó por los micrófonos de ‘Cómo Amaneció Bogotá’ de Tropicana donde habló de su amistad, así como de su trayectoria junto al maestro y cómo fue acompañarlo por 38 años en los escenarios.
Aníbal Ramírez, nombre por el que pocos seguidores de su trabajo lo conocen, demostró que a sus 89 años se mantiene activo. Pues, tras el fallecimiento de Gómez se dedica a tocar con su hija Bera, quien también es cantante, y con el grupo de Los Legendarios.
¿Cómo se conocieron?
Tras la muerte del cantante, la reacción del guitarrista fue ampliamente difundida en redes sociales pues se le vio llorar desconsoladamente. En la actualidad, ‘Pistolita’ reveló que se encuentra más tranquilo y que si bien todavía lamenta su muerte, ya ha podido superar.
El guitarrista y el cantante se acompañaron porcasi 4 décadas, pues se conocieron para la fecha en que Gómez grabó su éxito ‘Nadie es Eterno en el Mundo’.
“Yo entré a trabajar con él más o menos en el año 82-83. Me llamaron para una grabación, yo no sabía con quién era y resulta que era con el maestro Darío Gómez. De ahí en adelante seguimos conectados hasta el día de su fallecimiento”, explicó.
Con su sentido del humor intacto, el músico reveló la razón por la que tiene su apodo, así como lo que hacía ‘el rey del despecho’ detrás del escenario.
“Desde niño me pusieron esa vaina los muchachos del colegio. Porque hacía pistola con la mano”, explicó el guitarrista.
¿Qué hacía detrás del escenario?
‘Pistolita’ reveló que la razón por la que el cantante se ausentaba del escenario era para fumar un cigarrillo.
“Siempre que subíamos a la tarima él le decía al público: ‘bueno los voy a dejar con Pistolita’, para él poder fumarse el cigarrillo. Me ponía a hacer el salto del canguro. Ya ahora hago el medio salto del canguro”, sostuvo.
Además, reveló que el maestro podía fumarse una caja completa de cigarrillos.
“Eso lo sabe todo el público, él se sentaba a fumarse su cigarrillo, a él no le faltaba el cigarrillito en la tarima, por eso inventó el salto del canguro, para poder fumar tranquilo allá. Yo creo que uno máximo (…). Él estaba tranquilo allá 3 o 4 minutos”, indicó.
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