Los reality shows siempre están en la línea entre si lo que sucede al interior es actuado o no, si los competidores se ‘disfrazan’ y actúan de cierta manera para generar polémica y así aumentar el morbo de los televidentes. Aunque muchas esta tesis se ha planteado, pero no confirmado, lo cierto es que las personas que siguen los programas se quedan con la imagen que proyectan los concursantes.
“Supongamos que yo soy todo lo que uds ven: odiosa, arpía, asquerosa, bruja, inmunda, prepotente, envidiosa, echa mier… O sea lo peor. Porque me han dicho todas las bellezas que ustedes se puedan imaginar. Dos preguntas tengo, primera: ¿A ustedes qué les importa? ¿en qué les afecta? Si así fuera. La segunda, si ustedes entran a mi cuenta a decirme odiosa, asquerosa, repudiente… ¿Qué es lo que están haciendo? ¿es un acto amoroso? Odiadores pidiendo la paz. Basta mi gente hermosa (…) De verdad, contolémonos un poco, miremos más allá de lo obvio. Yo no me voy a justificar porque soy quien soy y solamente yo conozco mis procesos y mi vida. Amo mi forma de ser, que allá editen como les dé la gana, que saquen de contexto o que no saquen de contexto, yo realmente soy así y nadie lo puede controlar”, dijo la concursante de MasterChef.
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