El asesinato del pequeño Gabriel Estebande 5 años causó conmoción en los colombianos por los escabrosos detalles alrededor de su muerte. Su padre, Gabriel González lo asesinó a sangre fría como una forma de venganza contra su expareja sentimental.
En la noche del lunes, 27 de marzo, se conoció la noticia del fallecimiento de González debido a una intoxicación. El hombre, quien pagaba una condena en la cárcel La Picaleña, en Ibagué, fue atendido en una Unidad de Cuidados Intensivos desde el domingo 26 de marzo.
¿Por qué lo hizo?
El 2 de octubre Gabriel Esteban Cubillos Rodríguez, de 5 años, fue secuestrado en el barrio Castilla, occidente de Bogotá y su cuerpo fue hallado sin vida en un hotel en el municipio de Melgar, Tolima.
La mamá del menor denunció lo sucedido a las autoridades de Tocancipá, quienes pusieron en marcha la búsqueda del menor. Sin embargo, al rastrear las cámaras de seguridad hasta el hotel ‘El Rey’, en el municipio, encontraron que el pequeño estaba sin vida.
Asimismo, tras cometer el delito el hombre envió fotografías a la mujer con el mensaje en el que le indicaba que: ahora podría iniciar una nueva vida junto a su pareja.
“El señor llega el domingo en la noche alrededor de las 10:30 p. m., lo trae un taxista que lo recogió en el terminal. Él llega al hotel, no hay sospecha de nada, pues el niño viene feliz y estuvo jugando un rato con unos pescados que hay en la recepción. No hubo nada sospechoso, el hombre presentó la documentación para registrarse y poderle acceder al hotel”.
Gabriel Enrique González Cubillos, padre del menor, le reveló a Vera que solo se quedarían esa noche. Sin embargo, cuando llegó el momento de entregar la habitación, el hombre no apareció y se dio el aviso.
“La camarera va y abre el cuarto, pero ve que aún están las cosas personales de ellos, entonces cierra y da el aviso, en ese momento, ella no se percató de que el menor estaba ahí”, agregó el administrador del hotel, que recibió la foto del menor sin vida por parte de la Policía, en la que se veía el logo del lugar.
Noticias Caracol habló con un psicólogo, con el fin de que este explicara el perfil del sujeto, y diera pistas de cuál pudo ser la razón por la que cometió el crimen.
“No hay ningún comportamiento sospechoso, parece un papá funcional al lado de su hijo. En ningún momento se ve una situación de maltrato, por eso no generó ninguna sospecha o alerta en su momento”, dijo inicialmente cuando le mostraron las cámaras de seguridad del lugar de los hechos.
El especialista indicó que este caso pudo tratarse de “la violencia vicaria, donde se toma al niño, se instrumentaliza para vengarse de su expareja”.
Según él, este tipo de violencia no se hace directamente en contra de la pareja, sino que “los hombres en ocasiones también somos objeto cuando se utiliza a algunos de los hijos para hacerle daño al progenitor contrario, inclusive en situaciones extremas como esta, donde el mismo niño se utiliza para ser asesinado y causarle un daño perpetuo a la mamá, que fue lo que se hizo en este caso en particular con la señora Consuelo”.
Al final, explicó que el confeso asesino no pretendía en ningún momento ocultarse, por el contrario, quería que lo reconocieran.
“El papá en ningún momento utilizó un seudónimo, él quería ser identificado, no temía ser identificado. Él mismo en la primera llamada a que tiene derecho dice ‘llamen a la mamá del niño y díganle que me han capturado’… él descaradamente quiere mostrar su obra, quiere ser reconocido con lo que ha hecho de manera perversa, por eso la solicitud de la llamada fue a su expareja”, concluyó.
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