Uno de los locales, la Fonda Milagros, era de un colombiano. Este lugar se caracterizaba por ser el encuentro de muchos latinoamericanos en la ciudad.
Las autoridades españolas confirmaron ayer la cifra de trece fallecidos, al localizarse en buen estado las cinco personas que se encontraban desaparecidas, que se pusieron en contacto en las últimas horas con sus familiares. Además, no se han encontrado nuevos cadáveres en la zona siniestrada una vez que los bomberos han tenido acceso total a ella.
Se conoció que las discotecas tenían una notificación de cese de actividad, según las autoridades. Sin embargo, Juan Esteban Ramírez, dueño de La Fonda aseguró que no les notificaron de dicho cierre.
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“Tenían planes de negocio, de trabajar por su cuenta aquí, cuando se legalizaran (…) Él era maestro de construcción. Ella de momento no estaba trabajando, porque todavía no tenía los papeles”, señaló Jairo, padre de la joven, en entrevista con W Radio.
Con información de EFE*
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