Monserrate es uno de los grandes atractivos de Bogotá en términos turísticos, tanto el religioso, como el deportivo y también el gastronómico y cultural. La majestuosa vista del cerro hace que las personas lo vean como un plan imperdible en la capital.
Sin embargo, sobre Monserrate también recaen algunos mitos y leyendas que tienen que ver con principalmente con el Señor Caído y también con las supuestas separaciones o rupturas amorosas luego de visitar el cerro.
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Al respecto se refirió una guía del Instituto Distrital de Turismo. Con más de cinco años prestando este servicio en el cerro más importante de Bogotá, Leidy Díaz reveló si es cierto o no que las parejas que suben a Monserrate posteriormente terminan o se separan.
“Hay muchas versiones y creencias populares sobre este tema. Una de ellas es que se cree que las personas que están comprometidas con su pareja o quizá se quieran casar, suben a Monserrate y si esta persona no les conviene o no es la indicada, definitivamente se separan. Por otro lado, hay quienes dicen que si la persona es la correcta en la vida de alguien y suben a Monserrate, van a permanecer toda la vida», contó Díaz al Portal Bogotá.
Leidy no solo describió las diferentes versiones que se tejen entorno a esta creencia, pues también detalló un caso en particular que le ocurrió cuando se encontraba en el Punto de Información para turistas, ubicado en la punta del cerro.
«Alguna vez una persona se acercó y me pidió que le prestará electricidad para conectar un bafle porque le iba a dar un concierto a la novia de su amigo que estaba abajo en la taquilla para subir; él tenía un ramo de flores y después de esperar mucho tiempo, nunca subieron los enamorados. Según el amigo que estaba arriba, la pareja se había peleado en la taquilla; no alcanzaron a subir y terminaron su relación», agregó la funcionaria.
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Leidy Díaz también mencionó otros mitos que se han conocido a través del tiempo en el marco del turismo religioso. Por ejemplo que la figura del Señor Caído se torna más pesada cuando la intentan bajar del cerro, que a la estatua de Jesús le crece el pelo e incluso que Monserrate en realidad es un volcán dormido.
