Por estos días, las eucaristías y celebraciones religiosas se hacen más frecuentes en las diferentes iglesias del país, que encuentran en la Navidad la época precisa para celebrar el nacimiento del niño Jesús.
Siendo Colombia un país en el que predomina la religión católica, en casi todo el territorio nacional se celebran misas y también las populares novenas de aguinaldos, las cueles están acompañadas por oraciones, gozos, consideraciones para cada uno de los 9 días y, por supuesto, los villancicos que no pueden faltar.
Las novenas van del 16 al 24 de diciembre, fecha en la que se celebra la víspera de la Navidad, siendo el 25 de diciembre a las 12:00 am la fecha en la que nace Jesús, el hijo de Dios.
Por supuesto, estas eucaristías, según la parroquia, se llevan a cabo en diferentes horarios del día, tanto en la mañana como en la tarde noche. No obstante, un caso en redes sociales se volvió viral cuando una mujer interrumpió una misa porque el ruido que hacían los feligreses al cantar villancicos no la dejaba dormir.
Los hechos ocurrieron en la iglesia de Santa Marta en el barrio Villa Regina de la ciudad de Neiva. De acuerdo con versiones preliminares, la misa inició a las 5 de la mañana, por lo que la mujer decidió ingresar al templo y reclamarles a los sacerdotes, ya que no podía dormir y tenía que trabajar a las 7 de la mañana.
En video quedó registrado el momento en el que la mujer irrumpe en la celebración religiosa para expresar su inconformismo.
“Todo el mundo está durmiendo, por favor bájenle. ¿Cuál todo el mundo está despierto señora? La gente labora a las 7 de la mañana. Respeten el sueño”, alegaba la mujer, mientras el sacerdote continuaba con el ritual de la ostia y los feligreses contestaban con plegarias.
Rápidamente los hechos trascendieron y en las redes sociales se convirtieron en tema debate. Muchos apoyaron a la señora que pedía respeto por el sueño debido al exceso de ruido a tempranas horas del día, mientras que hubo otros que la tildaron de exagerada.
En las imágenes se aprecia el momento en el que los asistentes a la misa, en su mayoría adultos mayores, le pidieron a la mujer que se retirara del lugar, mientras que ella se detuvo al lado del atril para reclamarle directamente al sacerdote y a los feligreses.
Al final, la mujer llamó la policía y al lugar llegaron agentes para tratar de mediar el conflicto entre la vecina y la comunidad religiosa.
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