John Ferney Cano González, de 34 años, fue el hombre que ingresó en la mañana del 18 de abril a las instalaciones de la Clínica Medellín para acabar con la vida del médico urólogo Juan Guillermo Aristizábal. Según las investigaciones, el asesino que posteriormente se suicidó, padecía problemas mentales y este crimen lo había planeado a modo de ‘venganza’ luego de un procedimiento que el urólogo le practicó en 2021.
El diario El Colombiano reveló lo que sería un extenso texto escrito por Cano González, donde no solo narró aspectos de su vida, sino cómo conoció a Juan Guillermo Aristizábal y todo lo que vivió después de que le practicara una circuncisión en el mes de octubre del año 2021, procedimiento que, según él, generó su deterioro emocional hasta el punto de odiar al galeno y ponerlo en la mira de su venganza.
El escrito consta de 362 páginas y se titula ‘Memorias de un Loco Sensible’ y allí expresó una frase contundente en la que relata por qué tomó la decisión de llevar a cabo este crimen: “Este caso está resuelto, se trata de una venganza por una lesión física que, a su vez, causó un malestar mental”. Asimismo, también clasificó a los médicos que lo atendieron entre buenos, regulares y malos, incluso a llegándolos a clasificar en un ‘cartel’.
Uno de los fragmentos más aterradores del texto escrito por el asesino es en la página 204 donde relata cómo conoció al urólogo. “Para agosto de 2020, conocería a quien considero mi mayor enemigo, un infame del cual me arrepiento amargamente haber conocido, un tipo que traería desgracia a mi vida y llamado Juan Guillermo Aristizábal Vásquez. ¿Cómo pude haber caído en sus asquerosas garras?, maldito hijo de puta. Mentiroso y traidor. ¿Cómo pude haber confiado en semejante basura?”.
En esa parte del relato, el verdugo de Aristizábal también mencionó que, para evadir las demoras con las EPS, optó por tomar consultas particulares, donde canceló 200 mil pesos por la primera. El médico le aseguró que era necesario hacer la circuncisión para tratar el problema que lo aquejaba, a lo que llamó como una especie de “mutilación”.
Cano hizo sus propias ‘investigaciones’ y en el texto llegó a la conclusión que el procedimiento propuesto por el urólogo, para él, no era necesario. Fue entonces que el sujeto se llenó de odio y resentimiento contra el médico hasta el punto de narrar, de forma macabra, cómo lo iba a ultimar.
“Ese infame se ha topado con la persona equivocada, lo odio como nunca había odiado a alguien. Es un sentimiento indescriptible, de solo pensar en esa escoria imagino en mi mente fulminarlo en reiteradas ocasiones con una pistola hasta perforar todos sus asquerosos órganos, especialmente su putrefacto corazón”, dice el escrito.
Finalmente, en medio del relato que el sujeto escribió desde un computador, le deja un mensaje a su hermano donde le cuenta lo que va a hacer y lo que espera que haga después de su muerte. “He meditado durante bastante tiempo esta decisión, y he llegado a la conclusión de que necesito hacer esto para sentirme bien conmigo mismo”, dice la carta. Además, deja su última voluntad donde le da instrucciones a su hermano de cómo espera que sea su funeral.
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