Familias campesinas de Ayapel, el municipio colombiano ubicado en el extremo oriental del departamento de Córdoba, han luchado por más de 19 años por un terreno del que fueron sacados a la fuerza, lucha que llegó a su fin gracias a la Reforma Agraria y la Agencia Nacional de Tierras, ANT.
La entidad, como máxima autoridad de tierras, consiguió hacer justicia social para más de 150 familias con la entrega de la finca La Jagua, propiedad que ya habían habitado por cuatro años esa propiedad en la década pasada y que buscaban recuperar para desarrollar sus propios proyectos productivos.
Las familias beneficiarias habían ocupado el predio La Jagua hace 19 años, pero se vieron obligados a salir por las amenazas de grupos al margen de la ley.
La Jagua, es un terreno de 2.437 hectáreas, que se localiza en jurisdicción de Pueblo Popales, un corregimiento de Ayapel, ubicado en los límites de los departamentos de Córdoba y Antioquia.
Tras su recuperación, ahora sus ocupantes son familias campesinas que residen en Pueblo Popales, entre otras veredas y caseríos de Ayapel, integrantes de la Asociación de Usuarios Campesinos (ANUC) y de asociaciones y organizaciones de mujeres desplazadas.
Gracias a la implementación del punto 1 del Acuerdo de Paz, la Reforma Agraria le está devolviendo a las comunidades más vulnerables del país los derechos que les fueron arrebatados en medio del conflicto armado para escribir una nueva historia.