Los Certificados de Depósito a Término (CDT) son una de las opciones más sencillas y confiables para invertir sus ahorros y generarles rendimientos de acuerdo con el tiempo que defina para retirarlo. Son las tasas de captación o tasas de interés establecidas por las entidades financieras las que definen cuál será el porcentaje de ganancia que obtendrá el inversor al finalizar el tiempo estipulado.
Por lo general, el Banco de la República es la entidad que calcula y publica las tasas de interés de los CDT’s, en los diferentes plazos. Asimismo, el promedio ponderado de las tasas ofrecidas por cada banco y los montos que se tranzan en cada uno de los periodos.
Según explica el Banco de la República, los CDT’s tienen plazos generales de 30, 60, 90, 180 y 360 días. Sin embargo, hay entidades financieras que incluyen plazos más largos con tasas de interés más atractivas, con el objetivo de que ese dinero genere mayores rendimientos. Para las personas naturales, cada vez que se reclama el dinero depositado en un CDT junto con sus intereses, el inversor debe pagar un 4% sobre los rendimientos financieros, este impuesto es conocido como Retención en la Fuente.
Como anteriormente se mencionó, es muy importante que, al invertir en un CDT, tenga en cuenta factores como el monto de dinero que tiene para el depósito, el porcentaje de rentabilidad que ofrece el banco, el plazo en días que dure su dinero en el CDT y los términos y condiciones que ofrezca la entidad.
Por ejemplo, para tener claro cuánto tiene que invertir para recoger en rendimientos $1 millón mensual, puede hacer uso de las calculadoras que tienen en su sitio web cada banco que ofrece este producto. En el caso de Ban100, la tasa Efectiva Anual de un CDT a 361 días es del 11.50%, por lo que para recibir el millón de pesos mensual tendría que invertir alrededor de 110 millones de pesos, pues se debe tener en cuenta que se le descontará la Retefuente del 4%. Siendo las cosas así, por un depósito de $110 millones, el neto a recibir sería un poco más de $122 millones. Pero ojo, la entidad financiera hace una claridad: “Las tasas pueden cambiar de acuerdo con las condiciones del mercado sin previo aviso”, por lo que debe tener en cuenta estas variables.
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