Y es que al quedarse sin empleo y sin un sustento que llevar al hogar, comienzan a las preocupaciones por buscar la manera rápida la manera de solucionar las obligaciones del día a día.
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Por lo anterior, para apoyar a aquellas personas, el Gobierno ofrece una ayuda monetaria mientras logran conseguir empleo.
Se trata del subsidio de desempleo que favorece especialmente a las personas que no cuentan con un ingreso estable para cubrir las necesidades básicas.
Con el aumento del 12% del salario mínimo, para este año, este auxilio quedó en 1.950.000 repartidos en cuatro pagos.
El primer pago será del 40% de 1,5 salarios mínimos legales mensuales vigentes, el segundo del 30%, el tercero del 20% y el último del 10%.
Así las cosas, el monto del primer pago sería de $780.000, siendo este el más alto.
Sin embargo, es importante aclarar que no todas las personas pueden ser beneficiarias de este subsidio.
Este auxilio es otorgado por las Caja de Compensación Familiar, por lo que solo pueden postularse personas que esten cotizando en las categorías A y B.
La Ley 1636 de 2013 también establece algunos requisitos para para poder aplicar:
Que la persona no cuente con ninguna otra fuente de ingresos.
Haber realizado aportes un año continuo o discontinuo a una Caja de Compensación Familiar durante los últimos tres años.
Inscribirse en los servicios de empleo autorizados pertenecintes a la Red de Servicios de Empleo.
Si lo despiden y se queda sin trabajo puede iniciar el proceso para aplicar al subsidio por medio de la caja de compensación.
Para ello debe diligenciar el Formulario Único de Postulación al Mecanismo de Protección al Cesante que se encuentra en la página de la compensación o acercarse a la oficina correspondiente para recibir información detallada.
Entre la documentación que debe entregar están el certificado de finalización del contrato y los certificados de afiliación de Eps y fondo de pensiones.