El doble homicidio ocurrió el pasado 8 de junio en un exclusivo sector de Envigado, Antioquia, en el que fue hallado el cuerpo sin vida de productor musical Daniel Velásquez, mejor conocido como Dr. Velásquez, y su novia Sofía Riascos, no para de generar conmoción en la comunicad por cuenta de cada uno de los detalles que se han ido revelando sobre este.
En la mañana de este viernes 14 de junio se llevó a cabo la continuación de la audiencia de medida de aseguramiento en contra de Julián Alberto Quintero, mayordomo del músico, quien es señalado como el principal sospechoso.
Según el relato del fiscal del caso, horas antes de su muerte, el productor musical estuvo reunido con tres personas hasta altas horas de la noche. Después de que la reunión finalizara, este le habría pedido a Quintero su opinión sobre lo que allí se había hablado y los dos comenzaron a beber aguardiente.
Poco después, el productor habría cambiado el tema para hacerle saber a su trabajador que su madre ya no podría seguir quedándose en la finca, según lo narrado porque esta estaría teniendo inconvenientes con la novia de Velásquez.
Este tema hizo que la conversación tomara otro tinte y comenzaron una acalorada discusión que desencadenó en el asesinato del productor musical y su pareja.
«Me dijo que la abuela, o sea, mi madre, no podía seguir viviendo más allá en la finca. Yo le pregunté por qué, él me dijo que Sofía le había dicho que mi mamá la trataba mal», contó el presunto asesino al fiscal.
Según narro el juez sobre lo manifestado por el imputado, fue entonces que Quintero, furioso, sacó un arma 9 milímetros que estaba guardada en el lugar y le disparó a la cabeza al productor musical.
“Le disparé a Daniel Alejandro, estaba enceguecido de la ira y con tragos”, relató.
Tras acabar con la vida de Velásquez, el trabajador y familiar de la exesposa del artista, se dirigió hasta la casa principal donde se encontraba durmiendo Sofía Riascos y también la mató de un disparo en la cabeza.
Tras cometer el doble homicidio, según el relato del juez, el hombre habría llamado al vigilante del conjunto, relatando el supuesto hallazgo y atribuyéndole el crimen a otra persona.
«Me fui corriendo para mi casa, cogí la pistola traumática y me subí para donde se estaba haciendo la capilla y disparé. Ahí mismo llamé a la portería para que me ubicara una patrulla de vigilancia urgente y de igual manera le dije al portero que no dejara salir a nadie», le contó el presunto asesino al fiscal.
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