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Es muy común que cuando las personas salen de viaje compren algún tipo de recordatorio o souvenir. Generalmente se compran accesorios decorativos como gorras, lapiceros, llaveros, collares y figuras, entre otros. Precisamente, uno de los más solicitados y adquiridos son los imanes, que vienen con forma de figuras o paisajes alusivos al destino por el que se realizó la estadía o las vacaciones. Los imanes frecuentemente se colocan en la nevera como un objeto de adorno. Algunas personas los coleccionan y colocan uno por el destino visitado.
Sin embargo, lo que muchos no saben es que colocar estos objetos en la nevera podría causar algunas afectaciones en el normal uso del electrodoméstico. Existen muchos mitos acerca de la adhesión de imanes y el correcto funcionamiento de la nevera. Uno de estos es que estos objetos pueden generar un campo electromagnético, por lo que aumenta el consumo de energía. La compañía del sector eléctrico en España, Endesa, resolvió algunas de estas inquietudes.
En primer lugar, Endesa indicó que es falso que los imanes que se colocan como adornos en la nevera aumenten su consumo de energía. Al igual que los alimentos puedan dañarse debido a esto. Los campos electromagnéticos que generan los imanes “son insignificantes que no podrían ni atravesar la puerta”.
¿Por qué no se deben colocar imanes en la nevera?
Pese a que la explicación anterior indica que los imanes no afectan el consumo eléctrico de la nevera, sí podrían llegar a alterar el normal funcionamiento en algunos modelos de refrigeradores. Según explicó la compañía, en neveras de última generación, que tienen pantallas táctiles para configurar su funcionamiento y otro tipo de variables, podrían ser perjudiciales porque, aunque la emisión de su energía es muy poca, esta podría interferir y alterar los sistemas de control.
Expertos recomiendan que existen otras alternativas para colocar los imanes como una pizarra magnética o cuadros que se puedan colgar en la sala u otra habitación dentro del inmueble.
