La conmoción en Bogotá por el asesinato del esmeraldero conocido como ‘Pedro Aguilar’ no para, esto por cuenta de la escena como de película en la que se dio, por medio de un francotirador.
EL hecho tuvo lugar en el exclusivo conjunto residencial Bosques del Marqués, ubicado en la calle 138 con Séptima, localidad de Usaquén, el miércoles 7 de agosto sobre las 6:30 de la noche.
Según se conoció, el empresario acababa de llegar a su casa y, al parecer, se estaba bajando de su camioneta blindada cuando recibió un disparo por la espalda.
De acuerdo con detalles revelados por El Tiempo, al parecer, el crimen habría sido cometido por un francotirador, el cual se ubicó desde la montaña trasera del conjunto y allí le disparó a la víctima provocándole una herida mortal.
Un investigador judicial le indicó al medio que es imposible que el delincuente haya ingresado al conjunto por la entrada vehicular o particular, pues al ser un exclusivo sector cuenta con tres anillos de seguridad.
Asimismo, se conoció se encuentran recopilando material de los dos senderos que lindan con el conjunto, Camino del Indio y Camino de la Serranía ubicados en los Cerros Orientales, pues pudo haber sido por ahí donde el criminal se habría ubicado estratégicamente para ver a la víctima descender del vehículo y dispararle.
Estos eran los otros negocios que tenía el esmeraldero asesinado por francotirador
Juan Sebastián Aguilar de 58 años, mejor conocido como ‘Pedro Aguilar’ o ‘Pedro Pechuga’, era un esmeraldero oriundo de Chiquinquirá, Boyacá, que trabajó durante años con el zar de las esmeraldas Víctor Carranza haciendo parte de su esquema de seguridad.
Según se conoció, actualmente ‘Pedro Pechuga’ era accionista y miembro de la junta directiva de Esmeraldas Santa Rosa S.A., pero demás de su negocio con estas piedras preciosas también era dueño de una empresa de seguridad, llamada Seguridad Oriental Ltda., la cual estaba a cargo del esquema de varios reconocidos esmeralderos y minas.
Según El Tiempo, en su empresa de seguridad, el empresario asesinado también había tenido contratos con municipios, la CAR, y la Alcaldía de Bogotá.
