Bogotá ha vivido una de las épocas más críticas en cuestión de seguridad, pues a diario se conocen preocupantes casos de robos y sicariato que dejan en evidencia la oleada de violencia e inseguridad que vive la capital.
Por lo anterior, el desespero de la ciudadanía es evidente, por lo que claman a las autoridades que reaccionen de manera inmediata y ejecuten acciones eficaces que reduzcan las preocupantes cifras
Lo anterior ha provocado que aumente el miedo que existe hoy en día de salir a las calles, pues se ha vuelto en un imposible caminar seguro a cualquier hora del día.
En las últimas horas se registraron dos casos de robo a mano armada que una vez más encendió las alarmas de las autoridades, pues dan muestra del descaro de los delincuentes.
Se trató de un motoladrón que robó en menos de un minuto a dos mujeres, a las que cogió una después de la otra en la misma cuadra.
Los hechos se registraron sobre las 6:30 de la mañana del miércoles 1 de mayo en el barrio San Carlos, ubicado en la localidad de Tunjuelito.
Cámaras de seguridad de la zona, captaron el momento en que una mujer va caminando por uno de los andenes, cuando de un momento a otro aparece un sujeto en moto que se acerca a esta, baja del vehículo e intimida a su víctima con o que parece ser un arma cortopunzante.
Fue tal el susto que se llevó la mujer, que esta termina cayéndose al piso mientras es intimidada por el delincuente, quien le pide que entregue sus pertenencias.
“Yo iba para el trabajo, como podemos ver la situación, yo iba caminando y no llevaba ningún objeto visible en las manos o algo que me expusiera. Veo la moto, paso mi celular y me quedo en el piso», relató la mujer a CityTV.
Luego de robarle el celular a su víctima, el delincuente se sube a la moto y arranca, sin embargo, un segundo después ve a otra mujer que venía distraída con su celular e iba a cruzar la calle y se va contra esta también a robarla.
Aunque la primera víctima trató de darle aviso a la otra mujer, esta no se percató y no evitó que también fuera atracada.
«Mi reacción fue como gritarle, ‘guarda el celular y corre’, pero ella no me presta mayor atención», contó la primera víctima.
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