El responsable fue identificado como Harold Andrés Echeverry, un hombre de 32 años que trabaja como vigilante del taller en el que agredió y desmembró a la menor.
Mira también: Video: así luce por dentro la mansión de Mauricio Leal, en La Calera, tras su asesinato
Las autoridades llegaron hasta aquel taller donde Echeverry laboraba como vigilante y allí encontraron su cuerpo introducido en una caneca. La pequeña había salido de su casa hacia las 7:43 de la noche de ese 7 de velitas con la intención de comprar algunas golosinas, sin embargo, nunca llegó a su destino y, por el contrario, encontró la muerte de forma violenta.
Al reportar su desaparición, las autoridades iniciaron con la búsqueda y fue entonces que, por una llamada del propietario del taller, llegaron al lugar y se encontraron con una macabra escena: el cuerpo de Michel Dayana desmembrado escondido en unas canecas que estaban debajo de unas escaleras.
El feminicida fue capturado en la ciudad de Villavicencio cuando pretendía huir. Un juzgado de Cali lo condenó a 47 años de prisión y actualmente está recluido en la cárcel ‘La Tramacúa’ de Valledupar. Echeverry habló por primera vez sobre este oscuro episodio que enlutó a todo un país y detalló cómo se cometió el crimen al interior del taller.
En el más reciente episodio del programa ‘El Rastro’, periodistas hicieron un recuento sobre los detalles del escabroso caso.
Allí, además el feminicida habló por primera vez desde la cárcel, donde dio su versión de los hechos y contó cómo asesinó a la menor de 15 años y por qué tomó la decisión de desmembrarla.
En una cámara de seguridad quedó registrado el último momento que se vio a Michel Dayana con vida. Caminaba por una calle del barrio San Judas en plena noche de velitas. De acuerdo con el relato de su papá a Noticias Caracol, la menor se dirigía a la tienda para comprar ‘mecato o golosinas’ y luego no volvió a saber de ella hasta que las autoridades la encontraron sin vida.
Te puede interesar: «Demasiada angustia»: vidente revelaría escabrosos detalles de asesinato de Mauricio Leal
“Yo le había dejado 2 mil pesos, lo tenía como costumbre, se los dejaba debajo de la puerta. Yo me iba a trabajar muy temprano y yo le dejaba la plata debajo de la puerta para que desayunara y eso, ese día le dejé los 2 mil pesos y creo que ella no los vio. Entonces cuando yo llego en la noche los recojo y los dejo encima de del mesón. Ella dijo: esos 2 mil pesos son míos, regálemelos que vouy a ir a comprar mecato, entonces yo le dije: vaya rápido que nos tenemos que ir. Ella dijo: bueno papi, ya vengo, no me demoro. Esa fue la última vez que vi a mi hija”, dijo el señor Genaro González, padre de la víctima.
MÁS SOBRE: