Hoy en Tropicana
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A medida que avanza la investigación del caso de violencia intrafamiliar ocurrido en la localidad de Suba en el que un militar del Ejército y su pequeña hija de 7 años fueron asesinados por un adolescente de 14 años, integrante de la misma familia, se han ido conociendo escabrosos detalles sobre el crimen que generan consternación en la comunidad.
La tragedia familiar ocurrió en la madrugada del martes 30 de julio en un conjunto residencial del barrio Bosques de San Jorge de la localidad de Suba, al noroccidente de Bogotá.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, vecinos del conjunto reportaron sobre las 11 de la noche a la línea de emergencias 123 un caso de riña familiar y al llegar al lugar se encontraron en el interior de la residencia los cuerpos sin vida de un hombre, que después se conoció que era un militar activo del Ejército Nacional, y su pequeña hija de 7 años.
Al registrar la residencia también encontraron a la madre de familia, que aún estaba con vida y con algunas heridas de arma cortapunzante y con ella el joven de 14 años, que es señalado como el presunto responsable del crimen.
Según reveló El Tiempo, en las últimas horas se conoció que tras una audiencia de imputación de cargos, el menor de 14 años señalado de asesinar a su papá y hermana aceptó haber cometido el crimen.
La Revista Semana también dio a conocer que tuvo acceso al dictamen preliminar de Medicina Legal en la que se reveló las causas de muerte del oficial del Ejército y de su hija de 7 años.
Según el medio, la necropsia catalogó la muerte de las víctimas como “violencia extrema”, pues según el reporte forense el militar recibió más de 100 heridas con arma cortopunzante, mientras que su hija tenía al menos 70 puñaladas.
También dio a conocer que en las audiencias de judicialización del menor, investigadores de la Sijín presentaron elementos probatorios que dan como único responsable al adolescente de 14 años, entre ellos videos de seguridad del conjunto, las armas blancas con las que habría cometido el crimen.
Pese a que el joven aceptó ante los jueces haber cometido el doble homicidio, los investigadores continúan con la recolección de evidencia que ayude a determinar el tiempo modo y lugar en el que ocurrió el crimen, para así corroborar la versión del menor y descartar la participación de más personas en el hecho.
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