Hoy en Tropicana
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Casi tres años después de la muerte del famoso estilista Mauricio Leal y su mamá Marleny Hernández a manos de su familiar Jhonier Leal, apareció un video que se creía era una prueba perdida y que vuelve a poner el caso sobre la mesa y en centro de atención de millones personas
El escabroso video, que estaba en el celular de Mauricio, aparece el estilista malherido junto al cadáver de su madre.
En el clip publicado por Noticias Caracol y el medio Focus Noticias, aparece Leal confesando que supuestamente se hirió con un cuchillo y también a su mamá, sin embargo, al final del video se le escucha hablando con alguien mientras le pregunta qué más hacer como si estuviera recibiendo órdenes de una tercera persona.
“Hola a todas… no puedo más, perdóname… nadie sabe lo de nadie (…) me acabo de enterrar cuchillos y a mi mamá también (…) “¿ya?, ¿qué hago?, ¿qué hago?”, se le escucha decir a la víctima mientras observa a alguien detrás de la cámara y se corta el clip.
Tras la aparición de las imágenes la Fiscalía se pronunció diciendo que los videos estaban en el expediente, pero ignoraron su existencia. Según el ente investigador, no se ocultaron dichas pruebas, sino que, pese a ser fundamentales en el proceso de investigación, tanto la fiscalía cómo la defensa no los vio en el expediente, motivo por el que no fueron usados en el juicio.
Ahora, en medio del revuelo que ha generado este nuevo capítulo en el caso de Leal, Pedro Morales, exdirector de Medicina Legal, le reveló al director de Focus Noticias, Florencio Sánchez, el hallazgo de una sustancia en el cuerpo del estilista que podría explicar su comportamiento en el estremecedor video.
Se trata del hallazgo de nueve pastillas de zoplicona, un fármaco que es usado para combatir el insomnio y controlar los nervios.
Según indicó el experto al medio al consumir esa cantidad de pastillas, no solo puede caer en un sueño profundo, sino que además la persona pierda la voluntad y control en sí mismo.
“Uno se toma una pastilla de esas y a los 15 minutos queda fundido durante ocho horas y él dice: ‘Si se toma dos, duerme veinte horas. Si se toma nueve, queda fulminantemente dormido, no puede ni hablar, pierde la voluntad, se automatiza la persona, la persona no tiene voluntad en ese momento, es muy difícil’”, indicó Sánchez en diálogo con Semana.
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