Hace unas semanas hubo una fuerte polémica en el mundo del vallenato por cuenta del cantante Haffit David, quien en el marco de los conciertos preliminares al Carnaval de Barranquilla resultó muy molesto con el público que le arrojó maicena tanto a él como a su micrófono. El joven cantante paró su presentación y mostró toda su molestia contra los asistentes del concierto. Sin embargo, lo que llamó la atención y se hizo viral en redes es que expusiera el valor de su micrófono.
“Voy a decir una cosa. A mí no me molesta la maicena que me echan, pero si lo dañan, cuesta 60 millones el micrófono. No es lo que cueste, sino que me lo dañan y esto es mi trabajo, hermano. ¿Si me entienden? Este es el sustento de mi familia, no me lo vayas a dañar, hermano. Échamelo a mí en el cuerpo, donde quieras”, dijo el cantante visiblemente molesto.
Luego de esto, en las redes hubo una ola de indignación hasta el punto de que otros cantantes mostraron que les restaban importancia esas expresiones de alegría por parte del público, sin importar que elementos como los micrófonos terminaran bañados de espuma y maicena, sustancias que son características de la época de Carnavales y que hacen parte de la cultura a la hora de las celebraciones.
Incluso, después de todas las críticas por el episodio, el artista hizo un concurso para que sus seguidores participaran por un teléfono de alta gama y licor, haciendo un video creativo sobre el hecho que generó bastante ruido en las redes sociales.
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Como dice el adagio: ‘al que no quiere caldo, se le dan dos tazas’, el artista nuevamente se presentó en un show del Carnaval. Pues bien, en esta ocasión el público fue aun más implacable y lo terminaron bañando de espuma y maicena. Las reacciones no se hicieron esperar en las redes: “Que le compre un forro de 20 millones de pesos y ya”, “Ellos todos sofocado y la gente inculta tirando esa espuma y que cruel el está haciendo su trabajo”, fueron algunas de las reacciones.
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