El mundo equino es un campo que exalta los caballos y todos sus elementos que hay alrededor de ello. Así como hay diversas clases o especies en los perros o gatos, también ocurre en los caballos, que tienen su propio árbol genealógico. De acuerdo con National Geographic, en todo el mundo se pueden «encontrar alrededor de 400 razas diferentes que se especializan en todo tipo de tareas, desde fuertes y resistentes animales usados para tirar de los aperos del campo hasta los más veloces empleados en las carreras».
En Colombia, la industria equina es una de las más costosas y exclusivas que predominan en ciertas zonas del país, y quienes tienen los recursos y el conocimiento, encuentran ingresos estables y bastante altos. Para ello, es fundamental el rol de los montadores de caballo, también conocidos como domadores o entrenadores de caballos.
Su principal función es manejar y entrenar los equinos, aunque también se encargan de desbravar potros, domar caballos, hacer las primeras montas de los animales, inducir al caballo en las disciplinas ecuestres, entre otros. Desbravar quiere decir domesticar o amanzar el animal, para que sea más tolerante a los humanos, y pueda manejarse con tranquilidad.
Lea tambiénEl control y manutención de un caballo es bastante costoso, ya que requiere de cuidados, alimentos y suplementos especiales. Uno de esos gastos que tiene que preveer el dueño es el montador o domador de los equinos, ya que hará más facil la domesticación y entrenamiento del animal.
De acuerdo con el portal Agronegocios, los sueldos promedio de estos profesionales oscilan entre 3 y 4 millones de pesos. Sin embargo, la página web especializada en la agricultura y la industria del campo, aclara que en este oficio se puede llegar a ganar salarios más altos, dependiendo del acuerdo entre jinete y criador, y que no hay una tabla que asigne la remuneración de este oficio.
Asimismo, si un caballo pertenece a un linaje más fino y majestuoso, su entrenamiento puede ser más costoso, y alcanzar cifras superiores. En este caso, los sueldos que perciben los especializados pueden llegar a 10 millones de pesos, o incluso más.
El ejemplar más costoso del país se llama ‘Dulce sueño de lusitania’, un ejemplar perteneciente a la raza paso fino. Su valor ronda la astronómica cifra de 5 mil millones de pesos. Nació en Sonsón, municipio del departamento de Antioquia, y ha cautivado a los amantes de este gremio por su linaje, porte y elegancia que resalta en cada andar de sus presentaciones al público. Su dueño es Manuel Vejarano, un colombiano reconocido por su oficio como oftalmólogo y apasionado criador de equinos.
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