Hoy en Tropicana
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En el vallenato han existido figuras legendarias. Artistas que han dejado una huella realmente imborrable y que han llevado el género a otras naciones, expandiendo así la cultura y todo lo que rodea a este ritmo originario de la costa Caribe, específicamente en los departamentos del Cesar y La Guajira.
Dentro de esos grandes exponentes se encuentran Diomedes Díaz y Rafael Orozco, dos artistas que se hicieron grandes gracias a su carisma, interpretación y capacidad para componer canciones que se grabaron en la memoria y el corazón de los seguidores.
Mucho también se comenta de las rivalidades que se han dado en el vallenato, tanto en el pasado como ahora con la nueva camada de artistas que han surgido. Una de las rivalidades que se gestó en la historia del vallenato, sin duda, fue la de Rafael Orozco y Diomedes Díaz.
El primero logró su consolidación con el Binomio de Oro, agrupación que fundó junto al acordeonero guajiro Israel Romero. Por su parte, Diomedes se hizo en la música tocando puertas y ganándose la confianza de grandes maestros del género. Más adelante, su trayectoria mostró que su talento era indiscutible y que era un ‘diferente’.
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Estos dos artistas estudiaron en diferentes colegios, sin embargo, durante las semanas culturales eran ellos los encargados en representar a sus respectivos planteles. Desde entonces, forjaron una gran amistad. De hecho, Orozco se dio a conocer por una canción que compuso Diomedes: ‘Cariñito de Mi Vida’. Mismo tema en el que el artista le envió un saludo y lo bautizó como ‘El Cacique de la Junta’.
Una vez llegó el éxito para ambos cantantes, los fanáticos comenzaron a especular sobres una posible enemistad debido a la competencia por saber quién era el mejor. En diálogo con el youtuber ‘Dímelo King’, el legendario acordeonero ‘El Pollo Irra’, este confesó cómo era realmente la relación entre Orozco y Díaz.
“Éramos competencia porque, ajá, ellos están haciendo, nosotros tenemos que hacer esto (…) La gente estableció como una competencia, que nosotros ahí abajo nos reíamos de eso. Decíamos lo que decían de nosotros y Diomedes decía lo que decían de él. Nosotros siempre estábamos juntos en los camerinos, pero cuando salíamos era como si no nos conociéramos. En realidad éramos llaves, pero la gente pensaba que nosotros llevábamos peleas”, comentó Romero.
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