A Colombia llegaron dos aviones la semana pasada con cientos de colombianos deportados desde los Estados Unidos. Inicialmente, esta medida adoptada por el presidente Donald Trump causó malestar en el gobierno colombiano, quien en principio se negó a aceptar el aterrizaje de las aeronaves. Posteriormente, el Gobierno estadounidense anunció una serie de sanciones a Colombia que incluyó suspensión de trámites de visado y suspensión de visado para los integrantes del Gobierno y sus allegados.
Fueron horas de mucha incertidumbre y preocupación, sin embargo, tras varias reuniones diplomáticas, se llegaron a unos acuerdos para que los deportados regresaran al país y que se reactivaran los trámites consulares en la Embajada estadounidense.
Ante esta situación, muchos de los colombianos deportados denunciaron maltratos por parte de las autoridades norteamericanas. Pues eran esposados para llevar a cabo su deportación. En el programa ‘Cómo Amaneció’ de Tropicana se pudo conocer el testimonio de uno de estos colombianos que aterrizó el pasado martes en Colombia.
Daniel Oquendo, un hombre oriundo de Medellín, explicó que el pasado martes aterrizó en el país a las 7 de la mañana. Él se encontraba en San Diego, California, y comentó que allí estuvo retenido desde el 20 hasta el 25 de enero en la noche. “No nos dieron oportunidad de nada, simplemente cuando llegamos nos dijeron que nos iban a deportar. Por el hueco pasamos, como se dice vulgarmente”, dijo el colombiano que se encontraba indocumentado en EE.UU.
Oquendo señaló que él inicialmente viajó a Bogotá y desde allí viajó a Cancún, México, posteriormente, se dirigió a Ciudad de México y luego llegó hasta Tijuana, estado fronterizo con California en el oeste de Estados Unidos. “A mí me valió alrededor de 5 mil dólares (20.8 millones de pesos). Allá lo recoge una gente y lo dejan en un lugar donde le dicen cómo puede pagar, pero realmente no es mucho lo que le dicen a uno. Queda uno muy desubicado (…) Con el grupo de personas que iba estábamos dispuestos a entregarnos para pedir un asilo, a tratar de tener algún papel o permiso de trabajo. Nosotros nos pasamos y nos entregamos a las autoridades”, agregó el colombiano.
Daniel también comentó que, al entregarse, cada inmigrante podía exponer su caso a las autoridades norteamericanas para poder obtener un asilo o permiso de trabajo. Sin embargo, las autoridades terminaron deportándolos. El deportado comentó que se obligó a viajar de manera ilegal a Estados Unidos por la problemática social que atraviesa Colombia.
“Cuando llegamos allá no nos dieron oportunidad de hablar, solo nos dijeron que íbamos a ser deportados y ya”, reveló el ciudadano. Finalmente, Daniel Oquendo reveló que, tras entregarse en el centro de detención, los llevaron a una base militar donde los ingresaron a un avión tipo Hércules. Además, contó que fueron entregados a la Fuerza Aérea de ese país y que, hasta donde tenía entendido, las deportaciones siempre las han hecho de esa manera.
“Yo les agradezco que se preocupen, pero yo como militar que en algún momento fui, te digo que son procedimientos normales. Viene gente que van a deportar, gente que viene de problemas, ahí van armas y uno no sabe quién pueda reaccionar mal y hacer alguna locura. Tengo entendido que lo hacen es por seguridad”, comentó.
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