La fijación de esta cuota varía de los ingresos del progenitor o progenitora y de los gastos que tenga el hijo. Este valor puede modificarse siempre y cuando sea en común acuerdo entre los padres.
“La cuota alimentaria se puede incrementar o disminuir cuando las circunstancias hayan cambiado y las necesidades del niño, niña o adolescente se hayan alterado; así mismo cuando las condiciones económicas del padre o madre se hayan modificado. En cualquier caso, el valor de la cuota de alimentos siempre se podrá discutir y modificar”, explica el ICBF.
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De acuerdo con el portal web del ICBF, los padres y madres, independientemente de que sean menores de edad, deben pagar la cuota alimentaria que haya sido fijada con la persona que cuide al niño o la niña.
En los casos en los que el padre o madre menor de edad no tiene trabajo o el dinero que reciben es insuficiente, se debe tener presente que el progenitor no puede dejar de enviarle dinero a su hijo, sino que la norma establece que hay otra persona que debe asumir el pago de la cuota de alimentos:
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Es importante recordar que la cuota alimentaria debe ser fijada a través del Acta de Conciliación, que es el documento en el que se especifica cuáles son los gastos del hijo y cómo serán repartidos entre sus progenitores.
Tenga presente que es clave reunirse y pactar la cuota de alimentos para que, en caso de incumplimiento, pueda interponer la denuncia por el delito de Inasistencia Alimentaria ante la Fiscalía General de la Nación o iniciar el proceso Ejecutivo de alimentos.
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