Xavi de ‘Yo me llamo’ es una de las revelaciones del concurso de canto, que maravilla y entretiene a los televidentes y seguidores que ven el programa entre semana. La música regional mexicana ha tenido importantes repercusiones y popularidad con las canciones lanzadas por artistas, y todo lo que está alrededor de este género musical.
Su paso por el programa de televisión ha causado curiosidad e intriga por quienes han vistos sus presentaciones en el esceanario. La imitación del cantante mexicano ha causado buenas sensaciones por el talento, entrega y buenas sensaciones que dejó. Aunque fue uno de los eliminados más recientes de la competencia, el intérprete generó una importante cantidad de seguidores.
Detrás de cada cantante hay una historia llena de vivencias, retos, alegrías y tristezas que han marcado su camino en el sueño de aprovecahar su talento al máximo. Este sigue siendo el caso de Michael Stiven Murillo, intérprete de 21 años que es uno de los participantes más jóvenes en la historia de ‘Yo me llamo’.
La vida de Murillo no ha sido el sencilla, pues desde que nació tuvo que sobrellevar con una sordera que se dio por cuenta de un mal procedimiento médico. En diálogo con el programade entretenimiento y chismes La Red, el joven colombiano reveló por qué nació con sordera, y cómo recuperó el sentido de la audición.
«Mi mamá pasó por el médico general, y por una enfermera universitaria. Entonces, los preparativos para el parto no fueron los más indicados, ya que la pusieron a hacer sentadillas. La pusieron a hacer muchas cosas, lo que hicieron que mi cordón umbilical se enrollara y se reventara provocándome una hemorragia cerebral. El diagnóstico por todo eso era que iba a quedar como una persona sordomuda, que no podía hablar”, expresó.
Murillo confesó que las terapias y sesiones con profesionales fueron una alternativa recuperar el sentido de la audición. Sin embargo, no se sabe con exactitud si fueron las terapias o la suerte ayudó a que el cantante recobrara este sentido fundamental.
“Al año empecé con fonoaudiólogo desde el primer añito. Me encerraban en un salón con tapas, pitos, bulla para yo poder desarrollar el oído. Mi mamá me ponía música a todo volumen todos los días sin falta para yo seguir desarrollando el oído (…) Todo esto lo empecé a recibir hasta los cuatro años que fue cuando le di el primer orgullo a mi mamá, ya que ella me llama por mi nombre, y yo volteo la cabeza”, añadió.
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